Tienes que tener la mentalidad adecuada si quieres sacar adelante tus proyectos y una carrera de escritor exitosa. El éxito se trabaja día a día. Cada día y todos los días debes fijarte la meta de hacer algo para llegar a donde quieres llegar. No solo se trata de dominar todas las técnicas que te harán un buen escritor, sino que, además, deberás planificar las estrategias de marketing que te ayuden a promocionar tu obra y así lograr que los lectores potenciales conozcan tu trabajo. Se trata de hacer crecer tu negocio ¡Sí!, tu negocio. Porque cuando la escritura se convierte en tu profesión, también es tu negocio. Es necesario que te enfoques en escribir y que cuando no lo estés haciendo, dediques ese tiempo a la publicidad y a promocionarte. La mentalidad adecuada es necesaria para todo, pero especialmente lo es al momento de escribir, sobre todo si se trata de una obra largo como lo es una novela.

A continuación, desarrollaré cinco puntos que te ayudarán a conseguirla, a saber:

El primer punto, aunque parezca obvio, es justamente COMENZAR A DESARROLLAR ESA MENTALIDAD Cuando empiezas a escribir una novela sueles tener muchas ideas claras, como de qué va a tratar, es decir el argumento, también los personajes y quizás hasta ya hayas elaborado un esquema o mapa de ella. Al principio también tienes muchas ganas, estás motivado y es por eso justamente que nadie presta atención al asunto de trabajar la mentalidad que acompañará todo el proceso. Esto es fundamental, ya que escribir una novela es un trabajo duro al que seguramente vas a dedicar muchos meses, cuando no años. Detrás de una novela inacabada normalmente no hay falta de talento o de una buena idea, sino que falta la mentalidad adecuada para encarar dicho proyecto. Además de ayudarte con la previsión y planificación, la mentalidad adecuada te preservará del desgaste, los bloqueos, el cansancio y sabrás en todo momento que al entusiasmo inicial seguirán una sensación de fracaso y agotamiento. Sin la mentalidad adecuada esto te puede llevar a la frustración y a que abandones la escritura por un tiempo o a dejar la novela inacabada por los siglos de los siglos. Te ayudará también a gestionar tus estados de ánimo durante todo el proceso, lo cual es tan importante como pensar bien la línea argumental o tener una acababa definición de los personajes. La mayoría de los escritores no prestan la más mínima atención a esta cuestión. Se lanzan a escribir como quien se lanza a un río esperando que la corriente lo lleve a buen puerto. Pero a menudo la corriente los deja varados en una orilla inhóspita y solitaria y rara vez alguno arriba a buen puerto. Así que, la mentalidad adecuada te ayudará a mantenerte enfocado y a superar las etapas de bajón en las que dudarás de tu talento y te preguntarás si seguir adelante.

El segundo error es MENOSPRECIAR O INCLUSO DESCONOCER POR COMPLETO LA MAGNITUD DEL TRABAJO QUE NOS PROPONEMOS LLEVAR A CABO. Esto es siempre así en el caso de los escritores nóveles. Muchos creen que, si se detienen a planificar y medir el trabajo que tienen por delante, no lo harán. Así que se lanzan sin más a escribir sin esas muletas en las que apoyarse cuando el primer bloqueo aparezca. Hay que tener en cuenta que escribir una novela es un proceso con varias fases y varias tareas previas a desarrollar desde el vamos. Tales serían, por ejemplo: la planificación, documentación, la escritura propiamente dicha, la revisión, etc. Organízate desarrollando un método que te ayude a atravesar por el proceso de escribir esa novela de la manera más efectiva y sencilla posible.

El tercer error es  CAER EN PARÁLISIS POR ANALISIS. Querer tenerlo todo muy claro a la hora de comenzar te llevará a sentir miedo y el miedo no te permitirá avanzar. Pasar horas y horas documentándose, elaborando la ficha de algún personaje o averiguando como escribir diálogos significativos está muy bien, pero te distraerá de estar escribiendo esos diálogos y de avanzar con la historia. Solo te estarás engañando a ti mismo pues, si bien parece que estás trabajando, en realidad solo estás posponiendo el momento de comenzar a escribir. Eso tiene un nombre y se llama procrastinar. Una forma muy efectiva de evitar que esto pase es poniéndose uno mismo fechas límites.

El cuarto error CONSISTE EN DIAGNOSTICAR MAL UN PROBLEMA Ejemplos de problemas serían: falta de técnica, bloqueos, procrastinar u organizar mal el tiempo que dedicamos a escribir. Algunos de estos problemas son reales y debemos buscar la manera de solucionar la carencia. Otros son imaginarios y, por tanto, trampas que nos hacemos a nosotros mismos. Por lo general todos ellos camuflan un miedo. Tal es el caso de lo que tiene que ver con el bloqueo del escritor o la procrastinación. Escribir una novela, aún si ese es el sueño de tu vida, constituye un reto y los retos nos asustan. Puedes tener miedo a no ser lo bastante bueno, a que la novela no guste o no la puedas terminar. Si no lo miras a la cara y lo enfrentas, el miedo inevitablemente te conducirá al fracaso. Analiza bien las causas de ese miedo que te está impidiendo escribir. Recuerda siempre que sentir miedo es completamente normal y no tiene nada de malo, pero que es necesario confrontarlo si quieres evitar que te impida conseguir lo que quieres.

Este es precisamente el quinto error. NO ASUMIR QUE TIENES MIEDO Y POR ENDE NO ESTAR DISPUESTO A CONFRONTARLO. Escribir una novela es tu legado, estás haciendo algo grande y es natural sentir miedo. No permitas que te detenga. Debe servirte para aprender y mejorar. Si crees que tu novela no será lo suficientemente buena puede deberse a que inconscientemente sabes que tus conocimientos de narrativa son muy básicos. Supéralo formándote y preparándote mejor, tal vez haciendo algún curso de narrativa. Los hay muchos y gratis por toda la web.